domingo, 14 de septiembre de 2008



PELOTAZOS

El que se llevo un jugador de Armenia en la cabeza el otro día, creo que su madre todavía se esta acordando del jugador que se lo propino.

Hace algunos días me quede con el regusto en la garganta de comentar como se producen los pelotazos en el urbanismo, y alguna vez he pensado en lo fácil que seria ajustar estos extremos, aunque solo sea para volver a prestigiar a los que aquí se dejan los cuernos trabajando (que no conozco a ninguno que haya dejado de trabajar por dedicarse a esta labor), desde aquí mi aplauso a tantos alcaldes, concejales de urbanismo, arquitectos municipales y demás personas que se, que se lo curran (al menos en un 99%, que piratas también tiene la Iglesia e Inglaterra).

Normalmente el denominado “pelotazo”, viene a suceder cuando un suelo cambia por arte de magia de la noche a la mañana su valor sin que sobre el se haya producido ninguna transformación física (véase que se hayan plantado por ejemplo limones, y estos hayan subido de precio escandalosamente), estos cambios del valor del suelo suelen producirse cuando una administración por mor de un documento administrativo (plan general, o similar) cambia la clasificación o calificación de dicho suelo; tiene que quedar claro que ha sido la administración quien ha producido dicho cambio, y sin embargo las plusvalías que ha generado dicho cambio revierten en el privado, llevándose en el mejor de los casos dicha administración una parte de los beneficios generados, que por cierto nunca son superiores a un 15% del beneficio total que ella ha generado, … y para colmo es la propia administración la que nunca tiene dinero y ha de estar mendigando hasta los cohetes para San Juan (el promotor en cuestión suele hacerse cargo de estos fastos, … afortunadamente).

A mi se me ocurre si no seria mejor que fuese la administración publica la que corriese con todos los gastos (y beneficios) de esta operación, porque es ella la que tiene que decidir que suelos son los idóneos para el crecimiento de su ciudad, suelos que a priori no son suyos y que deberá pagar convenientemente a sus dueños, siendo ese precio, un precio de mercado real de suelo no urbanizable (porque es suelo no urbanizable), para que cuando se haya cambiado su clasificación o calificación poner de nuevo en el mercado a un precio razonable de forma que el mercado de la vivienda estuviese de esta forma controlado.

Hasta entendería que los propietarios iniciales del suelo tuviesen un beneficio algo mayor que la simple venta del suelo a precio de limonar (el valor sentimental me puede) pero de alguna manera impediría precios abusivos últimos de viviendas, que al parecer según he leído en algún sitio el suelo es el principal culpable de que nuestros amigos mileuristas no puedan salir de casa de sus padres.

A lo mejor soy un iluso o un completo ignorante de la economía capitalista de mercado o cualquier otra zarandaja, pero o a alguien se le ocurre otra cosa mejor, o lo pasado estará de nuevo en el futuro.

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