lunes, 8 de septiembre de 2008


CAMPITOS

A todos nos gusta una buena barbacoa, paella, sangría o similar, a unos por lo que se come y bebe y a otros por la buena compañía, pero raro es el que se siente desplazado de estos saraos, que de vez en cuando se hacen en el campo (el jodido campo).

Soy de los que piensan que el campo no es para vivir, perdón, para residenciar en el, para vivir si lo es, y también de los que conocen un poquito las herramientas que estos años nos da la tecnología, ya que ahora no es necesario andar mucho para conocer lo que sobre nuestro territorio existe, basta con meterse en “Google Earth”, y ver fotos aéreas de nuestras tierras, … y sin salir de Sevilla, que es lo mejor, con el fresquito que hace, aunque parece ser que no todos sabían de la existencia de estas páginas de Internet.

A partir del aquí el problema reside en que existen 200.000 (doscientas mil) viviendas que están ejecutadas en nuestros campos al margen de la Ley, y que nadie había visto, (hay muchas capitales de provincias españolas con menos viviendas), y que de un plumazo las hemos condenado a la piqueta, y todo esto con el consenso explicito de la administración cuando se construyeron (autonómica y local).

El daño esta hecho, lo importante a mi parecer es que este fenómeno no crezca, y que a partir de ahora seamos duros con cualquier nueva construcción en suelo no urbanizable, negando acometidas de abastecimiento de agua y luz y derribándolas a costa de quien las ha edificado.

El problema reside en las que actualmente están hechas, y a las que la vigente legislación condena sistemáticamente al derribo, siendo el problema de unas proporciones alarmantes, ya que aproximadamente 500.000 personas (2,5 hab/viv) se van a ver directamente afectadas, y cerca del millón (1.000.000) van a ver este problema en familiares muy próximos. El hecho que el número de afectados sea a todas luces escandaloso no significa que lo que proceda sea una amnistía generalizada, lo cual seria una barbaridad aun mas grande que la de haber posibilitado su construcción, pero si indica que se merece una reflexión profunda, incluso la puesta en marcha de mecanismos legislativos que puedan reconducir el problema; lo primero seria tener claro el problema y hacer un análisis, censo y padrón de todas estas viviendas, ¿Dónde están?, ¿que abastecimiento de agua y luz tienen?, ¿Cómo se llega a ellas?, ¿Qué clase de suelo es, publico/privado, protegido o no,…?, ¿tienen afecciones administrativas, costas, autovías, vías pecuarias, …?,… para que una vez se tenga ese análisis de la realidad se empiecen a dar soluciones concretas, soluciones que pasarían en algunos casos por el derribo a costa de los propietarios (por supuesto), o por que las mismas se integren en el desarrollo urbanístico del municipio en cuestión, pero con la aportación (inexcusable) de al menos las mismas cargas que el resto de viviendas que se construyen en el mismo, y no me refiero tan solo a la cesión de suelo con destino a equipamientos, sino también al coste escandaloso que supone abastecer de agua y electricidad (fundamentalmente) a estas viviendas, además creo que seria sensato ponerles un cargo anual por los mismos (tipo IBI, pero con otro nombre) de manera que al municipio no solo no les cueste dinero sino que algo puedan recaudar para la paella que por S.Justino (patrón de la villa) se hace en la explanada de la ermita todos los años.

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